El concepto de Cultura Histórica.
El concepto de cultura histórica y sus afines en otros idiomas (por ejemplo, cultura Histórica, Geschichtskultur, Cultura historique) expresa una nueva manera de abordar y comprender la relación efectiva y afectiva de un grupo humano del pasado, con sigo mismo. Se trata de un área de estudio que tiene como objetivo abarcar un campo más amplio que el de la historiografía, ya que no sólo se limita al análisis de la literatura histórica académica. El ámbito de la cultura histórica es defender el examen de todas las capas y los procesos de la conciencia histórica social, prestando atención a los agentes que la crean, los medios de comunicación por medio del cual se difunde, las representaciones que se populariza y la recepción creativa de parte de los ciudadanos.
Si la cultura es la manera en que la sociedad interpreta, transmite y transforma la realidad, la cultura histórica es la forma particular y específica en la que una sociedad se relaciona con su pasado. Cuando estudiamos la cultura histórica, se investiga la producción social de la experiencia histórica y su manifestación objetiva en la vida de una comunidad. Esta producción es generalmente llevada a cabo por los distintos agentes sociales, a menudo a un mismo tiempo, a través de diferentes medios.
Es imposible acceder a los últimos sucesos exactamente de lo que sucedió. Con el fin de acercarse a ella, tenemos lo que la representan y hacen parte del presente a través de una síntesis creativa que se reconstruye. Por esta razón, el conocimiento del pasado y su uso en el presente siempre se enmarca dentro de ciertas prácticas sociales para interpretar y reproducir la historia. La conciencia histórica de cada individuo es, pues, creado en el corazón de un sistema social y comunicativo del uso de la interpretación, la cosificación y el público del pasado, es decir, en el corazón de una cultura histórica.
La reflexión teórica sobre el concepto de cultura histórica ha tenido lugar desde la década de 1980 y 1990, por medio de obras que, bien pusieron este término exacto en sus títulos, como los de Jörn Rüsen, María Grever o Bernd Schönnemann, o emplear otras expresiones estrechamente relacionados. Entre las contribuciones de estos últimos, la investigación influyente en las formas y transformaciones de la memoria cultural (Gedächtniss Kulturelles publicado por Jan y Aleida Assmann), entre los cuales la memoria histórica deben ser incluidos. Más recientemente, las representaciones del pasado que proliferan en los medios de comunicación han sido mencionados por el término historia pública. En cierta medida, el acercamiento socio-cultural a la historiografía propuesta por Ch.-O. Carbonell, en la década de 1970, que estaba cerca de la historia de las mentalidades, puede ser considerada como un vínculo entre la historia de la historiografía, entendida como un aspecto noble de la historia intelectual, y el concepto actual de la cultura histórica.
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